Los CFD son instrumentos complejos y están asociados a un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento.
El 75,81% de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero en la comercialización con CFD en Renta 4 Banco.
Debe considerar si comprende el funcionamiento de los CFD y si puede permitirse asumir un riesgo elevado de perder su dinero.
Los CFDs son productos sofisticados que en algunos casos conllevan riesgo de pérdida total de la inversión. Por lo tanto, para invertir en ellos es necesario disponer de ciertos conocimientos específicos, tanto de los productos como del funcionamiento de los sistemas de negociación, sino también contar con una alta predisposición a asumir riesgos elevados, y capacidad para afrontarlos.
La inversión en productos derivados requiere conocimientos, buen juicio y vigilancia constante de la posición. Los productos derivados se pueden usar con distintas finalidades. Por un lado, cabe emplearlos para limitar total o parcialmente el riesgo de pérdida de una cartera o un fondo; por otro, también permiten añadir riesgo a una inversión (realizando una apuesta sobre el valor futuro de un subyacente), con objeto de alcanzar mayores rentabilidades.
Una característica común a todos los productos derivados es el efecto apalancamiento, que define la relación entre el capital invertido y el resultado que se obtiene. Para un mismo importe, las posibles pérdidas o ganancias obtenidas de la operativa con derivados pueden ser superiores a las que se obtendrían si se negociaran directamente los activos subyacentes.
CFDs
Los contratos por diferencias son productos derivados complejos en los que el inversor y la entidad acuerdan intercambiar la diferencia entre los precios de compra y venta de un activo subyacente, pudiendo ser un valor negociable, un índice, una divisa, un tipo de interés o cualquier otro tipo de subyacente de naturaleza financiera. Se trata de inversiones apalancadas, en las que la entidad exigirá el depósito de un porcentaje de la inversión total, en concepto de garantía, sin que sea necesario disponer del importe total necesario si se operara de forma directa sobre el activo subyacente. Por el grado de apalancamiento de estos productos, existe un riesgo real de pérdida económica, pudiendo ser superiores a la cuantía de los fondos requeridos en concepto de garantías, y que por tanto, en caso de liquidación de un CFD, de varios o de todos, el inversor podrá estar obligado a abonar a la entidad una cifra superior a la aportada como garantía.
Los CFDs son contratos con una duración de un día hábil de mercado, con renovación automática diaria en tanto no se manifieste la voluntad de finalizar el contrato.
Debido a su sofisticación y al elevado riesgo que comportan, resultan indicados para inversores experimentados, ya que exige conocimiento de los mercados y capacidad financiera para afrontar las eventuales pérdidas, que pueden ser importantes si la inversión no se gestiona adecuadamente.
Con carácter general, una operación de CFDs a través de la entidad implica una operación real. Consecuentemente, al introducir una orden de CFDs ésta irá directamente al mercado a nombre del emisor o será negociada a través de cualquier sistema habilitado por éste, convirtiendo la operación en contratos por diferencias.
Riesgos generales por inversión en CFDs
- Riesgo de liquidez: al tratarse de productos no estandarizados, el inversor deberá considerar las particularidades específicas de cada mercado y el riesgo de no encontrar contraparte para sus operaciones. Bajo ciertas circunstancias de mercado puede resultar difícil e incluso imposible liquidar una posición.
- Riesgo del subyacente: al poder operar sobre distintos subyacentes, será necesario que el inversor analice las particularidades y riesgos que supone operar en cada uno de ellos.
- Riesgo de tipo de cambio: algunos CFDs se pueden ver afectados por las variaciones en los tipos de cambio.
- Riesgo de valoración: al no ser productos estandarizados, el inversor deberá considerar las particularidades específicas que influyen en la valoración de cada tipo de CFD como, por ejemplo, el cobro de dividendos.
- Riesgo de apalancamiento: al tratarse los CFDs de productos apalancados con alto riesgo, pueden ocasionar pérdidas superiores al capital inicial desembolsado: a mayor apalancamiento, mayor riesgo.
- Riesgo de pérdida total de la inversión: el inversor en CFDs debe tener en cuenta que, en este producto, existe la posibilidad de perder el importe total de la inversión realizada, e incluso de incurrir en pérdidas superiores al capital inicial desembolsado.
Por situaciones de mercado o motivos ajenos a la entidad, como pudiera ser la existencia de algún periodo restringido a la contratación por parte del Emisor, la entidad se reserva el derecho a cerrar temporalmente la contratación en un CFD determinado, sin incurrir por ello, en responsabilidad alguna respecto a la posición en CFDs del inversor. Bajo estos supuestos, podría resultar imposible el cierre de posiciones sobre el CFD.
Otros riesgos derivados de la inversión en CFDs
Con carácter general, una operación de CFDs a través de la entidad, implica una operación real en el mercado a nombre del emisor, o en cualquier sistema de negociación habilitado por éste, convirtiendo la operación en Contratos por Diferencias. Consecuentemente, esta operativa conlleva un riesgo ajeno a la entidad, derivado del cumplimiento por parte del emisor, de todas las obligaciones que le corresponden en la operativa con CFDs.
La entidad no se responsabiliza de los supuestos de incumplimiento por parte del emisor en que pueda verse inmersa cuando, como consecuencia de ello, el Emisor no atienda a las obligaciones de contrapartida, quedando indemne la entidad frente al inversor como consecuencia del incumplimiento del Emisor. Asimismo, la entidad no se responsabiliza de la demora en las obligaciones atribuibles a la entidad, cuando ello sea imputable al Emisor, sin perjuicio de que, llegado el caso, la entidad pueda ejercitar las acciones oportunas para reclamar los posibles perjuicios ocasionados al inversor y abonar a éstos, la parte proporcional recuperada, previa provisión de los gastos legales y proporcionales en que la entidad debe incurrir a tal fin.
Aviso importante:
Producto difícil de entender, la CNMV considera que no es adecuado para inversores minoristas debido a su complejidad y riesgo.
Para los CFDs cuyo subyacente sea un futuro, cada vez que se produzca el vencimiento de un contrato de índices o materias primas, Renta 4 aplicará un cargo / abono de rollover a los clientes que mantengan abierta la posición.
Para consultar las fechas de cargo por vencimiento del contrato, puede consultar la página de XTB (sujeta a cambios por parte de XTB).
Una persona no debería invertir en productos derivados a menos que sea conocedor de los riesgos inherentes a estos productos y sea capaz de sostener grandes pérdidas.
Para cualquier información adicional o duda respecto a la operativa con estos productos, puede ponerse en contacto con personal de Renta 4.
Desde el 1 de agosto de 2019 y con carácter indefinido (sujeta a revisión si se modificasen las circunstancias de mercado o si en un momento dado fueran reconsideradas de modo general a nivel europeo), la CNMV ha establecido restricciones a la comercialización, distribución y venta de CFD entre clientes minoristas. Entre otros cambios, como medida de protección, se cerrarán automáticamente las posiciones cuando se produzca el consumo del 50% de las garantías iniciales. Lea, por favor, el texto de la resolución completa de CNMV aquí.
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